Ya con luz de día vimos por televisión los efectos del terremoto que nos azotó. Ya a un día de éste, la misma TV nos muestra cómo la desesperación provoca saqueos en Concepción, pero entre quienes saqueaban para comer y abrigarse se encontraban otros que saqueaban simplemente para robar, no es posible ver delincuentes salir con refrigeradores, LCD, lavadoras y otros electrodomésticos.
Esta falta de orden público resultó en que se decretara estado de excepción por catástrofe, con lo que se autoriza la intervención militar de la zona afectada con la finalidad de coordinar el orden público y la entrega de ayuda. Se decretó toque de queda desde las 21:00 hasta las 06:00 en Concepción, Talcahuano, Constitución y la zona más golpeada por los 8.8 grados del terremoto.
En Santiago, que estuvo relativamente poco golpeado, se han registrado saqueos a supermercados de diversas comunas, algo que no se entiende puesto que en Santiago la mayor parte cuenta con agua potable y electricidad desde ya varias horas. Es difícil que haya escasez de alimentos y el comercio está funcionando en forma casi normal. Sólo la delincuencia explica cómo hordas de delincuentes extraen carros llenos de cervezas, electrodomésticos y elementos inútiles en casos de catástrofe como la que se vive principalmente en la regiones 7ma y 8va.
En el post terremoto de largo plazo queda investigar el por qué de la caída de tramos de la Autopista Vespucio Norte, la cual tiene menos de 5 años, el por qué de la caída de edificios en Concepción y Maipú.