Sí, leen bien. Se me ocurrió ir de cacería para ver si podía atrapar vivo a algún Leopard. Se me cruzó uno en el camino y por desgracia no pudo sobrevivir.
Para no irme con las manos vacías, me desplacé unos 1600 metros y encontré un Tiger, lo aceché y disparé, para mala suerte mía agonizó y murió.
Hasta ahora ha sido imposible cazar un Leopard o un Tiger vivo para enjaularlo en mi notebook.