Porque el enfoque automático no es perfecto es que aún se conserva el enfoque manual.
El ejemplo que les pongo abajo, si empleamos el enfoque automático obtendremos siempre la primera foto, en la que las baldosas están siempre enfocadas. Pero si somos de los que encontramos encanto en los reflejos del agua, podemos emplear el enfoque manual y así dejar nítida la imagen que se refleja.
El enfoque manual nos permitirá, junto a la profundidad de campo, centrar la atención en el objeto que deseemos. También nos permitirá enfocar cuando tomemos fotos a través de un vidrio o en casos que haya colores lisos.