Con el último comercial del Transantiago me quedan dos dudas, para quién está dirigido el comercial informativo en que se emplean personajes de 31 minutos para transmitir la información:
- Para los niños: Sería lo lógico si consideramos que 31 minutos es un programa de televisión infantil. De ser así, podríamos suponer que el gobierno se dio cuenta finalmente que los usuarios actuales del Transantiago son todos unos macacos inadaptados que sólo ayudan en empeorar el deficiente sistema de transporte público y que las únicas personas capaces de ser educadas aún son los niños, apostando así a que el Transantiago sea eficiente y completo en unos 20 años.
- Los adultos: Sería un gran acierto emplear personajes infantiles para educar a la población adulta de Santiago sobre el funcionamiento del sistema de transporte. Se ha intentado con todo tipo de información, la cual en un país civilizado hubiese bastado, pero que acá no es suficiente.